Al emulsionar la cera en un vaso transparente, me quedó claro que uno de los poblemas que aparecen es la espuma, queda todo emulsionado con aire lo que dificulta mucho la agitación, agito espuma en lugar de líquido.
Con la intención de no emulsionar con aire para evitar crear espuma, tomo un recipiente estrecho en el que la batidora entra justa. De este modo, pretendo que el aire no llegue a las palas de la batidora y no se emulsione.
Tomo la cera #5 que se separaba en fases que a lo largo de varios días he mantenido agitándola con frecuencia y me dispongo a calentarla de nuevo al baño maría. Que cada vez tardase menos la emulsión en separarse en dos fases, me hace sospechar que hay coalescencia, se están juntando los glóbulos de cera formando otros mayores.
Una vez todo caliente, empiezo a batirlo y se forma un torbellino que sigue haciendo llegar el aire hasta las palas de la batidora y nuevamente levanta espuma.
La idea era muy simple, pero no es funcional, me deshago de esa cera y empiezo con otra.
Nueva emulsion, en busca de los resultados de las iniciales y con varias novedades en el procedimiento, vamos a por ello.
Los ingredientes esta vez han sido:
Agua: 40 ml
Cera: 10 g
Jabón artesanal: 1g
Amoníaco: 1 ml
Azul de metileno al 2%: 5 gotas
Respecto a la cera #4, la diferencia básica en los ingredientes es el aumento de emulgente, del 2,5 al 10 % con lo que pretendo que quede más fina y sea algo más estable, así como la vuelta al uso del amoníaco.
Esta vez, para ver y entender mejor lo que sucedía, en lugar del tazón esmaltado he empleado un vaso de vidrio transparente para el que dispongo de tapa. Eso me debería permitir ver qué sucede bajo la espuma.
Recordando cómo hago el allioli (ajoaceite) en la cocina, que es una emulsión de ajo en aceite y en la que uso huevo (por la lecitina) como emulgente, he cambiado el orden, primero pongo al baño maría la cera y el jabón.
Muy bonita la teoría, pero la práctica depara sorpresas, el jabón no se funde como la cera.
Me propongo batirlo para disolver el jabón en la cera, la idea es hacerlo antes de agregar agua para luego añadirla poco a poco e ir emulsionando.
No se disuelve el jabón, tan solo logro ponerlo todo perdido de gotas de cera y disparar alguna escama de jabón caliente, «muy agradable al tacto», sí. Por suerte la cosa no va a mayores.
Tomo un mililitro de amoníaco, que daño no le hace a la cera pues es soluble en él y además es muy volátil. Desde el principio, toda la operacion la estoy realizando bajo la campana extractora, ya un par de días termine con molestias varias por respirar vapores tóxicos.
Pongo a calentar agua y mientras agrego el amoníaco y empiezo a batir de nuevo. Inicialmente no parece dispolverse el jabón, que queda granuloso y al rato el producto empieza a cambiar de color y tomar un aspecto más blanquecino y homogéneo.
La lógica cae por su peso en ese momento, el amoníaco que le agrego, no es amoníaco puro, pues a temperatura ambiente es un gas, es amoníaco disuelto en agua, lo que significa que ya empecé a agregarle agua sin darme cuenta.
Cuando dejo de batir para empezar a agregarle agua ya precalentada, empiezan a emerger unas gotas que por el aspecto, diría que son de cera emulsionada.
Voy agregando el agua, batiendo y se va levantando la espuma, todo lleva un aspecto y color correctos por ahora.
El recipìente transparente me permite ver que todo es espuma, de modo que aunque la puedo seguir batiendo indefinidamente, no es tanta la agitación que le puedo aplicar como si fuera sobre líquido.
El vaso donde lo he ido preparando todo, es uno para el que tengo tapa. Cuando quedaba al aire, la parte superor de la espuma se deshidrataba y endurecía, además de irse evaporando y concentrando la emulsión. Al taparlo, si bien un poco queda de ese efecto en los primeros minutos hasta que se satura el aire de humedad, queda resuelto ese problema.
Sin darle tiempo a que se enfríe, llevo el vaso con la espuma a la plataforma vibradora y le aplico vibraciones de 50, 35 y 25 Hz. Si la uso para esto, tendré que inventar un sustema de fijación y evitar tener que mantener el recipiente presionado con el brazo.
No se aprecia efecto visible en la espuma, sigue siendo espuma, la gracia sería intentar fundir la cera directamente en la vibradora, algo que por ahora no tengo modo de hacer.
A medida que se deshace la espuma, ayudada con movimientos manuales suaves, aparece la emulsión lechosa debajo la fase contínua (agua) se va separando de la cera emusionada.
Con poco movimiento manual enseguida se mezclan de las fases líquidas de nuevo y retoma el aspecto lechoso por unos minutos hasta que va separándose una vez más.
En unas 6 horas se deshace la espuma y solo quedan las fases líquidas. A más tiempo pasa, más gelatinosa queda la parte de la cera, que va perdiendo el agua y concentrándose.
Le agrego ya el conservante, cinco gotas con cuidado de no manchar nada y agito suavemente para que se mezcle todo de nuevo sin formar espuma.
La separación en dos fases es gradual y bastante rápida, como sucedía con la cera #4. Ahora al menos tengo control sobre el volumen ocupado por cada fase.
La mezclo y saco una muestra para comparar con las anteriores. Es muy líquida y deja una capa muy fina sobre el vidrio, no toma grosor, por lo que presumo que dejará poca cera.
Pese a lo fino de la capa, ha dejado una buena película de cera traslúcida que se parece mucho en aspecto y tacto al Squirt Lube. En el centro del reguero, desde el principio vi acumularse cera, parecen las partículas más gruesas, que pensaba que iban a ser las únicas, pero no, el agua realmente tiene cera emulsionada, no solo esa que flotaba.
Las presuntas partículas más guesas, fácilmente podrían ser las que han ido quedando adheridas a los laterales del recipiente al principio, cuando no lograba mezclar el jabón con la cera y salpicaba. No deberían suponer algo negativo tampoco.
Quizás pueda sacar otra muestra mejor, más agitada pues la jeringuilla ya de tanto uso y en caliente, se va deteriorado y en el tiempo desde que homogeneicé la emulsión hasta que puse el cordón de muestra, pudo empezar a separarse en fases.
El tacto del cordón de muestra seco me deja claro que servirá perfectamente para lubricar, el objetivo de recuperar la funcionalidad de las primeras muestras lo he logrado y ahora tengo todo bien documentado para poderlo repetir.
Uno de los defectos del intento anterior era que había mucha agua y poca cera, de modo que vuelvo a intentarlo con otras proporciones
Cera: 10 g
Jabón artesanal: 250 mg
Agua: 40 ml
Calentado todo al baño maría, lo bato durante 10 minutos, la espuma solo sube hasta medio tazón y dejándolo enfriar no lo bato, solo ayudo con movimientos suaves a acelerar la rotura de las burbujas de la espuma.
La emulsión tiene el esperado aspecto lechoso ¡al fin de nuevo! Agrego 4 gotas de azul de metileno al 2% a la emulsión resultante y sin requerir mucha agitación, se disuelve correctamente.
Resultan unos 30 ml aproximadamente de emulsión, en la parte inferior de la jeringuilla se aprecian restos de cera seca con aspecto granuloso.
Una muestra ya da alguna pista sobre el resultado en cuanto se empieza a secar: nuevamente tiene poca consistencia, es muy frágil la capa resultante y el líquido, tarda poco en separarse en dos fases. Aparenta tener partículas más gruesas, sospecho que por escasez de emulgente.
En lo positivo, la densidad de la cera ya se parece más al Squirt, menos que la #2 que quedó muy densa (y efectiva), nada que ver con las ceras aguadas de pruebas anteriores, ya denuevo me estoy moviendo en una proporción más adecuada.
Como ya alcanzo los 247,1 km, la voy a aplicar, con el convencimiento de que durará poco.
La emulsón es muy inestable, crema enseguida, si bien con agitación se recupera su aspecto con facilidad. No la dejo más de 6 horas sin remover, inviable para almacenar.
Pronto a preparar más cera, la idea es que aumentando el emulgente se reducirá el tamaño de partícula y será más estable en el tiempo. Las referencias todavía son las ceras #1 y #2, no alcanzo el buen resultado de esas dos todavía.
Los dos anteriores intentos de hacer cera salieron mal, de modo que he dado marcha atrás y vuelvo hacia las que hice inicialmente y que tan buen resultado dieron, van mas de 230 km con una de ellas y el tintineo que el último día me parecía escuchar, hoy no estaba. Si logro mantener ese nivel de duración, me doy por más que satisfecho.
Queda apartado por ahora el uso de la lecitina, regreso al jabón artesanal y esta vez ya lo hago todo midiendo cantidades de un modo más preciso.
Agua destilada: 50 ml
Cera: 2 g
Jabón artesanal: 200 mg
Azul de metileno: 5 gotas al 2%
La tengo 10 minutos batiendo al baño maría tras fundirse, lo que crea abundante espuma y esta vez continúo la agitación con la batidora mientras se enfría.
La espuma es más suave, a ratos recupero al agitación para integrar la espuma en el líquido que quede debajo. Baja enpocas horas y no se siente tan rígida como las primeras veces, no se seca tan rápido al contacto con el aire.
En resultado final, nuevo fracaso, la espuma deja residuos claritos por encima no están integrados y las muestras de cera dejan poca cantidad al evaporarse, con aspecto de resíduos de celulosa, formando hilos y apenas tiene adherencia.
Desde el principio estaba decidido que la cera sería azul porque uno de sus ingredientes sería el azul de metileno. Al sacar hoy la cacharrería para emulsionar más cera, los restos de la anterior emulsión que había dejado intencionalmente al descubierto, tenían generosas manchas de moho.
Por sus propiedades antisépticas y fungicidas, el azul de metileno confío en que será un buen conservante para preservar las siguientes versiones de cera, y como las cantidades a emplear son muy bajas, no espero que afecte a al emulsión ni al resultado final.
Pedido al mediodía en la farmacia, mientras hacía otra versión de cera, todavía con colorante alimentario para simular el color azul final que va a tener con el azul de metileno, esta tarde ya lo tenía.
Con un 99,5% de pureza, los 25 gramos me van a durar una eternidad.
Como curiosidad y tal como se aprecia en la fotografía, sí, el azul de metileno puro es… ¡verde!
La próxima cera ya va a ser resistente a hongos y azul como corresponde.
Ahora que al fin me hice con una báscula que me permite medir cantidades en centésimas de gramo y necesitando nueva cera ya para reponer, me he dispuesto a hacerla con algunas variantes.
Como el uso del jabón artesanal levanta mucha espuma, me he atrevido por simple intuición y atrevimiento a usar detergente de lavavajillas como emulsionante. Entre sus ingredientes hay antiespumantes y como la espuma no la quiero hasta más adelante, era un buen momento de experimentarlo.
Sabiendo que las emulsiones resultan mejor con mezclas de emulgentes, le he dado otra oportunidad a al lecitina de soja, compartiendo al 50% con el finish el mérito en caso de conseguirlo.
En primer lugar, pongo a calentar agua para el baño maría mientras preparo el resto de ingredientes.
Para la emulsión preparo los siguientes ingredientes:
Agua destilada: 60 ml
Cera: 510 mg
Lavavajillas finish: 50 mg
Lecitina: 50 mg
Amoníaco: 1 ml
Contar con la báscula de precisión ya es una ventaja, se acabó el emulsionar a ojo, si alguna mezcla sale bien, será repetible y sabré si estoy poniendo más o menos que otras veces.
Fundo medio gramo de cera para comenzar. En la fotografía puede apreciarse el círculo que forma la cera fundida flotando sobre el agua, como lo haría el aceite, por su menor densidad y por no ser miscibles. Siendo transparente la cera fundia, a simple vista apenas resulta visible sobre el agua, sí las escamas sólidas pendientes de fundirse en el centro del círculo.
Una vez fundida al cera, añado el amoníaco para ayudar a disolver la cera, los emulgentes y me dispongo a batir pacientemente para tratar de emulsionar.
Si emulsionase, empezaría a tomar un aspecto lechoso, pero no lo hace aun jugando con diferentes temperaturas, al bajarla se aprecia que la cera solidifica, lo que indica claramente que no emulsiona y el intento no sirve.
Antes de descartar el intento, agrego otro medio gramo de cera, 80 miligramos de jabón artesanal y el colorante E-133, que ya la próxima vez quedará sustituido por azul de metileno y vuelvo a batir.
El jabón levanta tanta espuma (emulsiona el aire) que llena el cazo y lo sigo batiendo por dentro, guiándome por el sonido y las vibraciones del batidor que ha requerido ya cambio de pilas. Lo mantengo batiendo por unos 15 minutos y apago el fuego para que vaya descendiendo la temperatura, sin dejar de batir hasta que es asequible al tacto el recipiente. Curiosamente, se forma una burbuja de aire gigante entre la espuma y el líquido.
Una vez todo frío, agito más suavemente ya hasta homogeneizar la parte que quedó de la espuma con el resto, han resultado aproximadamente 25 ml de producto
Separo una muestra y veo que la cera se acumula enseguida en el centro del reguero. Al contrario que otras ocasiones, todo es muy líquido, probablemente hay poca cantidad de cera, además de no quedar bien emulsionada.
Al tacto, enseguida se desprende del vidrio y se desarma, no voy a conservar ni la muestra pues no perduraría en el vidrio en que las guardo.
Conservo la que queda en la jeringa por si hay sorpresas, en principio mañana la descartaré y haré otro intento.
Con las primeras aplicaciones de Squirt Lube, el punto complicado fue determinar cuándo ya era suficiente y había que aplicar de nuevo. Llegar a un chirrido sería un excesivo y claro indicador, mientras que guiarse por otros sonidos de la cadena puede deberse más al recubrimiento en el exterior de los clindros que al interior, alterándose la percepción de duración en función de cómo limpiemos la cadena entre salidas y con qué frecuencia.
Tratando de usar el sentido común y afinando mucho el tacto y el oído, estaba aplicando una nueva capa de Squirt cada 160 km. Podría haberlas estirado más y no lo hice proque las sensaciones eran «ya está bien, no es poco» y la cadena, pese a no chirriar, sí llevaba un leve sonido de repiqueteo acompañando al giro, notable tan solo al rodar sobre asfalto, cuando el resto es casi totalmente silencioso.
Teniendo en cuenta que al aplicar las nuevas capas no aparecen cascarillas, no han sido demasiado prematuras las reaplicaciones, pues si sobra cera, pronto la cadena la expulsa.
Con la Cera Azul, el objetivo era poder llegar en algún momento a los 160 km en las mismas condiciones. Puede ser engañoso que la capa de base es de sequirt, no he partido del metal pelado; para la prueba ya contaba con que si duraba poco, se iba a notar. Siendo realista, con lo que contaba era con que durase poco, hubiera apstado a que durase la mitad y luego tuviese que empezar a experimentar con diversas ceras para hacer la emulsión o agregarle aditivos para alargar su vida.
Sorpresa, una de las bicis va ya por los 210 km (Cera Azul #1) y la otra por 180 km (Cera Azul #2). La #3 no la usé, quedó descartada directamente. Para mayor sorpresa, ambas siguen absolutamente silenciosas, solo hay ruido del asiento en una y de la rodadura de los neumáticos en ambas (lo normal). Todo ha sido rodar por terreno seco, con polvo y apenas algún charco esporádicamente días atrás, ni limpieza ha necesitado, le pasé un trapo hace poco porque ya había sensación de pecado por no hacerlo cuando sí tenía que quitar el polvo y escaso barro seco acumulado en el resto de la bici.
Desde luego que no voy a ser tan osado de afirmar que la cera que hice sea mejor que el Squirt, tiene cosas peores, en particular que no es almacenable todavía, lo que sí puedo afirmar es que ya de entrada su duración es mayor de lo que esperaba, no solo superé la barrera mental de los 80 km (la mitad del Squirt) si no que parece que las cosas se mueven en el mismo rango, lubricar con cera hecha en casa no implica tener que hacerlo con más frecuencia, la alternativa ya es funcional en ese sentido.
Mientras consigo instrumental y algunos materiales más, estoy en pausa, toca seguir con la teoría y rodando cuando se pueda.
La cera azul #3, al tacto no es tan suave como las anteriores o el Squirt Lube.
Cuesta mucho verlo bien en la fotografía, hay muestras de Squirt y las las dos últimas emulsiones que preparé, quedaron así una vez evaporada el agua.
De la #1 no saqué muestras, es la que llevo en una bici, la #2 en la otra bici y la 3 no me gustó al tacto, casi seguro que hay exceso de emulgente.
Suponiendo que las cantidades en los tres regueros que hice de muestra fuesen similares, las diferencias que aprecio entre las tres son:
El Squirt tiene menos cera (lleva más aguada).
Squirt se ve más translúcido, esto puede ser por la menor cantidad de cera en la emulsión, por ser ceras distintas o por ambas cosas.
La cera azul #3 es menos suave al taco, mientras Squirt y la azul #2 se sienten iguales al pasar suavemente la yema del dedo por encima. El efecto de cuarteado visible puede estar relacionado.
Ahora, a seguir rodando y consiguiendo materias primas para mejorar las emulsiones.
A falta de una báscula de precisión, preparar pequeñas cantidades se complica un poco. Tirar cera que sería útil si se usara pronto, no me gusta.
Probando una nueva combinación, al medir cantidades en nuevas unidades, como por ejemplo «media cucharadita de café», me he dado cuenta de otro problema de precisión. A cada proceso, con el agua bien caliente, calentando los componentes al baño maría, hay mucha evaporación, lo que me impide en la práctica saber el agua que va a quedar.
Un primer intento usando ahora lecitina de soja como emulgente ha fallado pues aparentemente no emulsionaba, se formaban pequeños grumos, supongo que de cera y la cantidad de líquido era tan baja que se hacía difícil de manejar. Descartado el uso del producto resultante, lo he recalentado y agregado más cera, proporcionalmente más emulgente y más agua para reponer la evaporada, además de una cantidad mínima del jabón emulgente de la cera azul #2, que al momento de dejarlo caer en el líquido ha cambiado la tensión superficial, el efecto ha sido claramente visible en la superficie del líquido de forma inmediata.
La emulsión apenas ha causado espuma esta vez, y para evitar luego la evaporación y que eso confunda los resultados, la he almacenado en una jeringuilla. En total, entre los dos intentos consecutivos de esta ronda, le puse 60ml de agua y ha resultado en 13 ml de emulsión.
Transcurridas más de 48 horas, se empieza ve ya claramente que se separan las fases, diría que más lentamente que antes. Que la secuencia no haya sido la misma, me impide comparar.
Hay otra muestra al lado del squirt y la cera azul #2, las tres son totalmente distintas, cuando logre hacer una buena fotografía, se entenderá.
Para continuar las pruebas, tendré que empezar a tomar datos comparables. Desconozo el valor HLB (Balance Lipófilo-Hidrófilo) de la cera que estoy empleando, he pedido una báscula de precisión para poder empezar a medir las cantidades de cada componente; es especialmente importante la proporción de cada emulgente para dar con la combinación adecuada.
Cuando más se acerque el valor HLB del conjunto de emulgentes al de la cera, más estable será la emulsión. Combinando uno de valor más alto y otro más bajo que el de la cera, será cuestión de dar con la combinación adecuada. Si a eso le sumo un poco de sentido común en los tiempos de agitación y a mantenerla durante el enfriamiento, hay posibilidades de llegar a obtener un buen resultado sin tener que utilizar estabilizantes.
Entre tanto, las bicis ruedan con normalidad con la cera que les puse. Todavía son pocos km, toca tener paciencia y tomarse unos cuantos días para seguir acumulando kilometros, información y localizando los materiales necesarios para continuar experimentando.
La nueva versión ha sacado unas pocas cascarillas pequeñas, menos de lo que esperaba.
El efecto en cuanto a uso, es el mismo, no esperaba cambios. La duración es la intriga y con la cantidad de versiones ce cera que puedo haber hecho cuando haya que renovarla, va a ser difícil no querer adelantarse.
El efecto de cremado, con la fase acuosa separándose debajo, es el problema para que la cera sea práctica, requiere poder almacenarse un tiempo para no tener que hacerla cada vez. Agitarla sirve, pero no creo que sea una solución eficaz cuando hayan transcurrido unos cuantos días o más tiempo.
Toca cambio de emulgente y seguirlo intentando. Por lo menos, tengo las cadenas enceradas.