Cuando lubricamos la cadena con aceite, este poco a poco la va impregnando toda y deja una película que separa el aire del metal y la protege contra la corrosión.
Al lubricar la cadena con cera, por ser sólida, esta no se propaga por todo el metal, solamente se desplaza en las zonas donde recibe presión y las pletinas quedan al descubierto, provocando que, en casos de exposición prolongada a la luvia, aparezca óxido, como puede verse en la imagen.
Una de las soluciones posibles es darle a toda la cadena un baño de cera para recubrirla.
Teniendo emulsión de cera sobrante de la vez anterior y pese a haber floculización -partículas de cera mal emulsionada que se han unido entre sí aumentando de tamaño- la voy a utilizar y mato dos pájaros de un tiro, lubrico la cadena -que ya toca- y experimento con bañarla.
Para empezar, la limpio a conciencia con agua, detergente, cepillo y la pongo a secar.
Para el baño necesitamos más emulsión que en una aplicación normal. Mientras habitualmente aplico de 2 a 3 ml de cera, esta vez consumo aproximadamente 15 ml.
Para el baño preparo un parque acuático de cadenas con unos 30 ml de cera. Como está recién lavada, el sobrante lo recuperaré al final.
Poco a poco voy bañando la cadena y ayudándome de un pincel para hacer que todo el metal reciba su ración.
Al ir bañando la cadena lubricamos tanto el interior como el exterior. Las partículas grandes que resultaron de dejarla en reposo, no parece que sean un problema que cause molestia ni reste propiedades.
El procedimiento no tene mucho misterio, ir echando cera por encima de la cadena con el pincel a medida que vamos introduciendo la cadena en el recipiente.
Por estar envejecida la emulsión, sé que aumenta su tensión superficial y no se reparte tan homogéneamente por la cadena. La próxima vez, mejor uso una cera más reciente o más estable.
Retiro la cadena del baño y la dejo secando ya, quedará lista para usar. Observo de todos modos que convendría darle una segunda capa para homogeneizarla, es a mayor escala lo mismo que sucede con la primera aplicación «común» de cera, que hay que dejarla secar y darle una segunda capa. No lo haré, aun consciente de que debería si buscase un rendimiento óptimo y no solo experimentar.
Una vez seca, la instalo en la bici, lista para usar y la gitro un poco para suavizar y observar. Muestra las cascarillas que delatan que hay puntos con exceso de cera, es algo previsible donde el metal roza y la expulsa, acumulándola fuera. Es el mismo efecto que se espera que haga con la suciedad que entre a las zonas de rodamiento en el uso normal.
El uso de la cadena así preparada es normal, parte del exceso de cera se va solo y el resto, se va cuando pasamos un paño para limpiar el polvo que toma, que no es mucho y se confunde un poco con la propia cera.
Actualización tras el uso prolongado:
A los 155~160 km aproximadamente, han empezado a aparecer chirridos por falta de lubricante en las pendientes. Es una duración menor de la esperada, que puedo achacarla a haber limpiado la cadena demasiado y luego haberle aplicado una única capa y no dos como probablemente debiera. La segunda podría ser baño o simplemente gota a gota.